lunes, 8 de diciembre de 2014

Santidad: ¿perfección vs realidad?


Hace algunas semanas el Papa Francisco afirmaba que la santidad no es “cerrar los ojos y poner cara de estampita”. Y estoy más que de acuerdo.

Es frecuente leer o escuchar exhortaciones a la santidad – a la que estamos obligados todos los cristianos: “Sean santos como Yo soy santo, dice el Señor” – en términos de perfección, de fidelidad a los mínimos detalles, de inmaculeidad, perdón por la palabra tan forzada.  O mirar los ejemplos que se presentan a nuestra imitación – ¡tan altos y encumbrados! –que se piensa, con razón, que eso es para otros.

Por otra parte, estamos en el contexto del Año de la Vida Consagrada. La vida religiosa es para ser santo; es un estado de perfección; es una obligación especial de ser para los demás testimonio en esta vida de los bienes de la vida futura; es un compromiso a vivir los consejos evangélicos con fidelidad y radicalidad.

Y sin embargo está nuestra vida: mi propia vida y tu propia vida. ¡Tan llena de defectos, de limitaciones y pecados!

Ya seas cristiano ‘de a pie’, o sacerdote, o religioso, estás llamado a la santidad; y la constatación de tu realidad imperfecta y pecadora puede entrar en conflicto con este ideal de santidad que tenemos, en razón de nuestro bautismo y, si es el caso, de nuestra profesión religiosa. Un conflicto existencial; un conflicto vivencial. Un conflicto que puede hacerte perder la Paz.

En su “La paz interior” J. Philippe tiene unas maravillosas páginas sobre la buena intención. De estas páginas aprendí que basta la buena intención – entendida bien, no a la ligera – para ser santo; para conservar la paz. Dice, por ejemplo: “Esta buena voluntad, esta disposición habitual para decir sí a Dios, tanto en las cosas grandes como en las pequeñas, es una condición sine qua non de la paz interior. Mientras no adoptemos esta determinación, continuaremos sintiendo en nosotros cierta inquietud y cierta tristeza: la inquietud de no amar a Dios tanto como Él nos invita a amarle, la tristeza de no haber dado todavía todo a Dios”. Y a renglón seguido concluye: “El hombre que ya le ha entregado su voluntad a Dios, en cierto sentido ya le ha entregado todo”.

La vida cristiana – toda vida cristiana – es para ser santo. Pero ser santo – y esto es lo que quiero transmitir – no es ser perfecto actualmente; ¡mucho menos es aparentar con ojos cerrados y cara de estampita!; ser santo es tender a la perfección durante la realidad actual, tan deficiente y pecadora; es extender la mano a diario al Señor pidiendo su Gracia y su Misericordia; es dar – cada día, cada hora – pequeños pasos que nos acerquen más al Señor, que nos hagan ser más como Él.

domingo, 30 de noviembre de 2014

Evangelio - Profecía - Esperanza

Esta mañana, en la Basílica Vaticana, con la Celebración de la Eucaristía, comenzó oficialmente el Año de la Vida Consagrada. Comparto una breve reflexión en general sobre este acontecimiento, comentando el logo que se ha realizado:


El logo nos presenta una paloma que sostiene sobre un ala un globo poliédrico, mientras vuela sobre las aguas de las que se levantan tres estrellas, custodiadas por la otra ala. El lema: "Vida consagrada en la Iglesia de hoy: Evangelio, Profecía, Esperanza".

La Paloma representa - lo sabemos muy bien - al Espíritu Santo, que inspira y dirige los diversos carismas en la Iglesia. Aletea sobre las aguas, como al inicio del Génesis, recordando la acción creadora y renovadora del Espíritu; recuerda también el Bautismo, como primera consagración a Cristo de cada cristiano.

El mar está hecho de teselas de mosaico que representan la gran diversidad carismática de la vida religiosa, que sin embargo es animada por el mismo espíritu y orientada al mismo fin. Del mar brotan tres estrellas que pueden representar los tres consejos evangélicos - pobreza, obediencia y castidad -, y también el "sello áureo" con el que se honra a María en la iconografía bizantina: la Virgen Santísima es la primera discípula de Cristo y la patrona y modelo de toda vida consagrada.

El globo poliédrico representa el mundo, con su variedad de pueblos y de culturas, sostenido y guiado por el Espíritu: es una invitación a los consagrados a ser "portadores del Espíritu: hombres y mujeres profundamente espirituales capaces de fecundar secretamente la historia".

Sobre el lema espero tener ocasión de reflexionar en algunas de las próximas entradas de este blog. Ante el desafío de comprender y valorar a la vida consagrada en la Iglesia de hoy, el mismo lema nos recuerda que un consagrado a Dios es Evangelio, es Profecía y Esperanza para el mundo y para la Iglesia. La riqueza de cada una de estas palabras la iremos desgranando poco a poco en los próximos meses.

La vida consagrada a Dios, en la Iglesia, según un carisma específico - estrictamente en ese orden: Dios, Iglesia, Instituto - está llamada a ser un signo para toda la Iglesia de la vida futura.

La primera invitación que les hago - y que me hago a mí mismo - es a rezar para que los consagrados sepamos ser lo que debemos. Que este año dedicado a reflexionar en la belleza de la vocación consagrada sea fuente de renovación personal de cada religioso y religiosa, de cada consagrado y consagrada; y que sea también una fuente de nuevas vocaciones.

¡Dios los bendiga!

Más información sobre el logo y el Año de la Vida Consagrada en: http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/ccscrlife/anno-vita-consacrata/logo_anno-vita-consacrata_sp.htm

viernes, 28 de noviembre de 2014

Cristo al Centro

Cambios... cambios... cambios.

Esta tarde lo he decidido. Lo venía pensando de hace un buen tiempo, pero las varias ocupaciones me lo tenían impedido.

Tenía bastante abandonado este blog. Y eso había que cambiarlo: primer cambio. Espero tener ocasión de compartir con mayor frecuencia reflexiones e ideas también por este medio. Y es que los 140 caracteres de Twitter no dan de sí cuando se quiere escribir algo con un poco más de sentido, o con un poco más de matices...

Y esto conlleva un segundo cambio: un cambio de temática. Pretendo escribir ahora un poco de todo: de filosofía y teología, de espiritualidad, de política y sociedad, educación y valores; de temas de actualidad y de reminiscencias de un pasado que, como diría Manrique, pareciera haber sido mejor.

Una amplia variedad de temas, de ideas... unos con más y otros con menos literatura... pero todos - y esto es lo fundamental - con Cristo al Centro.

Y éste es el tercer - y fundamental - cambio. "Vida-en-Dios" se llamaba este blog hasta hace unos minutos. Ahora se llama "Cristo al Centro". No es un capricho. Es un cambio profundo de perspectiva.

Es verdad que la vida, para que esté anclada en Dios, implica el Cristocentrismo. Y es verdad también que el Cristocentrismo produce una vida anclada en Dios. Pero prefiero cambiar la perspectiva y ver más a Cristo, su Persona y su Mensaje, que a mí mismo. Dejar que la Persona y el Mensaje del Señor lleguen a la vida cotidiana, a mi vida cotidiana; y en ese orden.

Cristo tiene algo que decir de todo lo que es verdaderamente humano. De la espiritualidad al deporte; de la Iglesia a la Política. Cuando Cristo - que es Dios y Hombre - se coloca en el centro de un asunto - el que sea - se descubre un equilibrio que, buscando otros epicentros, es difícil encontrar.

¡Dios les bendiga!
#CristoalCentro

sábado, 5 de abril de 2014

Hay una sola miseria: no vivir como hijos.


V DOMINGO

«Hay una sola miseria: no vivir como hijos.»

 


Quitaron la piedra del sepulcro. Jesús entonces levantó los ojos y dijo: “Padre, te doy gracias porque me has escuchado. Yo sé que siempre me escuchas, pero lo he dicho por la gente que está a mi alrededor, para que crean que tú me has mandado”. Y, dicho esto, gritó: “Lázaro, ¡ven afuera!”. (Jn 11,41-43)

 
Siendo verdadero hombre como nosotros, lloró a su amigo Lázaro;
Siendo Dios y Señor de la vida, lo llamó del sepulcro.
Hoy extiende su misericordia a toda la humanidad,
y con sus sacramentos nos hace pasar
de la muerte a la vida.

(Del Prefacio)

 
Del mensaje del Papa Francisco:

«Podríamos pensar que este “camino” de la pobreza fue el de Jesús, mientras que nosotros, que venimos después de Él, podemos salvar el mundo con los medios humanos adecuados. No es así.
En toda época y en todo lugar, Dios sigue salvando a los hombres y salvando el mundo mediante la pobreza de Cristo, el cual se hace pobre en los Sacramentos, en la Palabra y en su Iglesia, que es un pueblo de pobres. La riqueza de Dios no puede pasar a través de nuestra riqueza, sino siempre y solamente a través de nuestra pobreza, personal y comunitaria, animada por el Espíritu de Cristo.»

 
ORACIÓN:

Oh Dios, que en el memorial de la Pascua reúnes a tu Iglesia, peregrina en el mundo, danos tu Espíritu para que en la celebración del misterio eucarístico reconozcamos a Cristo, crucificado y resucitado, que abre nuestro corazón para comprender las Escrituras y se nos revela en el partir el Pan.
 

COMPROMISO:

Actitud de comunión: busco esta semana participar en la Eucaristía para reavivar mi identidad de hijo.

 

Basado en un original italiano del Ufficio Pastorale Universitaria del Vicariato de Roma: www.uniurbe.org

sábado, 29 de marzo de 2014

¿Crees en el Hijo del Hombre?


IV DOMINGO

«¿Crees en el Hijo del Hombre?»

 


Jesús se enteró de que lo habían expulsado y, encontrándolo, le preguntó: “¿Crees tú en el Hijo del hombre?” (Jn 9,35)

 

Oh Dios, Padre de la luz,
tú ves las profundidades de nuestro corazón:
no permitas que nos domine el poder de las tinieblas,
abre, en cambio, nuestros ojos a la gracia de tu Espíritu,
para que veamos a Aquél que has mandado a iluminar el mundo,
y creamos sólo en Él: Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor.

(Del Prefacio)
 

Del mensaje del Papa Francisco:

« La finalidad de Jesús al hacerse pobre no es la pobreza en sí misma, sino —dice san Pablo— “...para enriqueceros con su pobreza”. No se trata de un juego de palabras ni de una expresión para causar sensación. Al contrario, es una síntesis de la lógica de Dios, la lógica del amor, la lógica de la Encarnación y la Cruz.».

 
ORACIÓN:

O Dios, que iluminas a todo hombre que viene a este mundo, haz resplandecer en nosotros la luz de tu Rostro, para que nuestros pensamientos sean siempre conformes a tu sabiduría y podamos amarte con un corazón sincero.

(Oración después de la Comunión)

 
COMPROMISO:

Actitud de esencialidad: intento comprender esta semana lo que es superfluo en mi vida.

 


Basado en un original italiano del Ufficio Pastorale Universitaria del Vicariato de Roma: www.uniurbe.org

 

domingo, 23 de marzo de 2014

¡Dame de beber!


III DOMINGO

«Dame de beber.»

 
 


Jesús le respondió: “Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: ‘dame de beber’, tú le pedirías a él y él te daría agua viva. (Jn 4,10)

 

Él le pidió a la Samaritana agua para beber
para hacerle el regalo de la fe,
y tuvo sed tan ardiente de esta fe
que se encendió en ella
la llama del amor de Dios.

(Del Prefacio)

 
Del mensaje del Papa Francisco:

«¡El Señor nos invita a anunciar con gozo este mensaje de misericordia y de esperanza! Es hermoso experimentar la alegría de extender esta buena nueva, de compartir el tesoro que se nos ha confiado, para consolar los corazones afligidos y dar esperanza a tantos hermanos y hermanas sumidos en el vacío. Se trata de seguir e imitar a Jesús, que fue en busca de los pobres y los pecadores como el pastor con la oveja perdida, y lo hizo lleno de amor. Unidos a Él, podemos abrir con valentía nuevos caminos de evangelización y promoción humana.»

 
ORACIÓN:

Oh Dios, manantial de la vida, Tú ofreces a la humanidad sedienta el agua viva de la Gracia que brota de la roca: Cristo Salvador; concede a tu Pueblo el don del Espíritu, para que sepa profesar con fuerza su fe y anuncie con alegría las maravillas de tu amor.

 
COMPROMISO:

Actitud de diálogo espiritual: aprovecho un momento durante la semana para un encuentro con el Sacerdote o para la Confesión Sacramental.


Texto completo del Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma:
Basado en un original italiano de la Oficina de Pastoral universitaria del Vicariato de Roma: www.uniurbe.org

sábado, 15 de marzo de 2014

¿Cuál es el estilo de Dios?


Itinerario Espiritual - Cuaresma 2014

(Con textos de la Liturgia y del Mensaje del Papa Francisco)
 

 
II DOMINGO
«¿Cuál es el estilo de Dios?»

 Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte, a un monte alto. (Mt 17,1)

 
Él, después de haber anunciado a los discípulos su Muerte,

en el Monte Santo manifestó su gloria

y, con el testimonio de la ley y los profetas,

indicó a los apóstoles que sólo a través de la Pasión

podemos alcanzar el triunfo de la Resurrección.

(Del Prefacio)

 

Del mensaje del Papa Francisco:

¿Cuál es el estilo de Dios? «Dios no se revela mediante el poder y la riqueza del mundo, sino mediante la debilidad y la pobreza: “Siendo rico, se hizo pobre por vosotros…”. Cristo, el Hijo eterno de Dios, igual al Padre en poder y gloria, se hizo pobre; descendió en medio de nosotros, se acercó a cada uno de nosotros; se desnudó, se “vació”, para ser en todo semejante a nosotros».

 
ORACIÓN:

Señor, abre nuestros corazones a la escucha a tu Hijo amado, para que aceptemos en nuestra vida el misterio de la Cruz y podamos así entrar en la gloria de tu Reino.

 
COMPROMISO:

Actitud de silencio: encuentro un tiempo suficiente para estar en una Capilla ante Jesús presente en la Eucaristía.
 
Texto completo del Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2014:
http://www.vatican.va/holy_father/francesco/messages/lent/documents/papa-francesco_20131226_messaggio-quaresima2014_sp.html


NB: Basado en un original italiano del Ufficio Pastorale Universitaria del Vicariato de Roma (www.uniurbe.org)